Palma de Mallorca

La capital de la isla es el lugar perfecto para pasear y descubrir rincones increíbles. Llena de galerías de arte, tiendas de artesanías y productos locales y restaurantes donde poder degustar los platos más deliciosos de nuestra gastronomía.

Te recomendamos ver los mejores sitios...

Catedral de Santa María

La majestuosa Catedral de Palma es conocida como La Seu y es un lugar imprescindible. Este emblemático edificio gótico ofrece una arquitectura impresionante y vistas panorámicas al mar, pero además podrás explorar los jardines circundantes y capturar su grandeza desde todos los ángulos.

Casco Antiguo

Perderte por las encantadoras calles adoquinadas del casco antiguo de Palma será una de las cosas que más recuerdes de tu viaje. Podrás descubrir la arquitectura histórica, numerosas tiendas boutique con productos de diseño y elegantes, pero también cafeterías acogedoras y restaurantes gourmet.

Palacio Real de la Almudaina

Sumérgete en la historia real de Mallorca visitando el este palacio que data del siglo XIV. Sus detalles arquitectónicos y la rica herencia cultural que ofrece este lugar son únicos, igual que los jardines de su alrededor.

Paseo Marítimo y Puerto de Palma

Disfruta del encanto del Paseo Marítimo degustando los mejores pescados de la ciudad en uno de los restaurantes que encontrarás frente al mar. Si disfrutas de la vida nocturna, aprovecha para dar un paseo por el puerto y ver las impresionantes vistas de la costa.

Museo Es Baluard

En Palma encontrarás muchas galerías y estudios artísticos independientes, pero la visita al Museo Es Baluard es de las más recomendadas para los amantes del arte contemporáneo. Ya que ofrece una gran diversidad de obras y de exposiciones temporales.

Playa de Palma

La extensa playa de Palma es conocida por su suave arena y sus aguas cristalinas. Anímate a disfrutar del sol y a practicar algún deporte acuático como windsurf o paddle surf. Vivirás una experiencia irrepetible.

Mercado de Santa Catalina

Por las noches, la vida se concentra en el encantador barrio de Santa Catalina. En especial, en su famoso mercado, donde las luces tenues, la música en vivo y los puestos de productos locales, impregnan el ambiente con la mayor autenticidad posible.